
Espacios que SE CIERRAN Y SE ABREN.
Para esta reforma de vivienda situada en el centro de Donostia diseñamos un separador de espacios compuesta por dos puertas correderas y una fija. Puertas de 3 metros de altura de hierro y vidrio que separa el salón-comedor del estudio y a la vez habitación de invitados gracias a una cama de pared que se mimetiza con el resto del mobiliario. La vidriera, al ser transparente, se tiene la ventaja de, aun estando cerrada, no perder para nada la sensación de espacio abierto. Que hoy hay invitados? Pues cerramos e independizamos el espacio, y así conseguimos la privacidad que buscamos, sino la dejamos abierta y creamos un único espacio con una conexión visual impresionante.